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martes, 31 de diciembre de 2013

que lindo año fue el 2013 :)
me pasaron cosas muy lindas, conoci un monton personas re buenas, hice un monton de cosas que tenia ganas de hacer.
fue un año de muchos cambios en varios sentidos, algunos buenos otros no tanto.
pasaron tambien cosas que no fueron tan lindas, pero de todas las experiencias se aprende algo nuevo y nos fortalecen.
espero que este año que esta por llegar sea muy lindo, que pueda mejorar en las cosas que me hagan falta, y que pueda seguir cumpliendo mis objetivos.
que sea un FELIZ AÑO NUEVO :)


lunes, 30 de diciembre de 2013

:)

Dejar las palabras, no tienen sentido al abstracto lenguaje de regalarle un abrazo. 
Dejar de caminar siempre por la misma vereda y buscar un nuevo horizonte. 
Dejar las musas, las coras y reír más.

jueves, 12 de diciembre de 2013

"Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía.
Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.
Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí.
Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar."

sábado, 17 de agosto de 2013


El amor es producto de la voluntad, solo triunfan en su relación las personas que se basan en el trabajo, la entrega total y la disposición de ayudarse mutuamente, cuestión de voluntades.... el amor no es un intercambio de mitades, sino una entrega de dos personas al cien por ciento, el amor no es un sentimiento, es una decisión, las parejas inteligentes no actúan cariñosamente porque sientan amor, al contrario, sienten amor gracias a que actúan cariñosamente, el efecto de coherencia en las relaciones humanas provoca que los afectuosos terminen sintiendo afecto entre ellos, y los bravos terminen odiándose, si estas disgustado no discutas, la ira te va a hacer decir cosas de las que después te vas a arrepentir, sepárate por un tiempo, después muestra tu bandera blanca y comienza a hablar, no postergues tu compromiso de amar, si nos dijeran que el mundo se acabara en veinticuatro horas, todas las lineas de teléfono se saturarían de personas que llamarían a alguien para decirle "perdóname" y "te amo" una muestra de amor verdadero, estar ahí sin importunar, apoyar sin forzar, ofrecer energía espiritual sin obligar, interesarse en el sufrimiento del ser querido sin intervenir en sus conclusiones de aprendizaje, el verdadero amor no esta libre de compromiso, pero en realidad es el mas libre porque los seres comprometidos pueden amarse sin limites de entrega ni de tiempo, el amor es un regalo que implica desprendimiento y en ocasiones dolor, pero quien lo da, contagia a otros el deseo de amar, alguien cercano sufre y no nos damos cuenta, sufrimos y las personas cercanas no se percatan, tenemos profunda necesidad de amor pero escatimamos el que podemos dar, lo mas valioso de la vida se encuentra a nuestro alcance, dar consuelo, animo y afecto, puede convertir una vida vacía en una vida bendecida y de bendición, algunas relaciones están contaminadas con la búsqueda de poder de egoismo y de pensar en solo "yo" sin pensar en el otro, todos queremos impresionar, convencer e incluso someter a otros, pero el amor verdadero busca solo el bienestar de la persona amada, amor con servicio, el verdadero amor no habla mucho del romanticismo o del erotismo puro, en realidad, se construye con el servicio y con el cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas, el amor verdadero se origina pensando positivamente del otr@ y luchando a diario por agradarle, los divorciados culpan de su fracaso a la incompatibilidad de caracteres o a la mala elección inicial, pero suelen ser simples excusas de quienes no supieron poner orden en su vida y construir el amor con hechos, la "media naranja" o "el alma gemela" no existen, solo existe la persona con la que hicimos un pacto de amor, y ese pacto se cumple con esfuerzo y trabajo, no con suspiros, basar una relación en el romanticismo idealista es una falta de madurez, no se trata de quien esta conviviendo con quien, sino de como lo están haciendo, en un matrimonio no basta con ser romántico, debes moverte, ayudar a tu pareja en sus tareas, cuidarlo durante sus enfermedades, apoyarlo y abrazarlo en silencio cuando hay problemas, no debes terminar sin antes darle a tu relación la ultima oportunidad, pero no como se da una simple advertencia, sino como una promesa de sacrificio total y trabajo incondicional para salvarlo, el amor ciego es un espejismo, de novios los sentimientos son intensos y las emociones excitantes, con el tiempo el corazón late tranquilo y el entendimiento mira la realidad, esperar demasiado de tu pareja produce un ambiente de tensión, las expectativas utópicas destruyen cualquier relación, el amor no se da por si solo, se siembra con ilusión, se cuida con sacrificio, se ve crecer a un precio muy alto, pero la recompensa es el privilegio máximo al que puede aspirar un ser humano, invadidos de pereza, no pagamos el precio de mantener encendida la llama del amor y esta se extingue, si quieres recuperar tu relación con esa mujer que amas o mejor dicho con tu pareja en general, deja de ser soberbio y aviva el fuego, es falso que entre dos personas se pierda el amor, lo que se pierde son las buenas actitudes, lucha por tu pareja antes que por nadie mas, protegerla, respetarla y amarla, a pesar de cualquier defecto, es una fuerza motriz que salva del abismo a los hogares mas conflictivos. 



I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines: Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.


II


Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

Jorge Luis Borges

martes, 23 de julio de 2013

Conmigo :)




Te llevaría, te llevaría
como el viento hacia a la hoja
que desprende del parral
como el zorzal lleva al canto mañanero
perfumes cambiando el tiempo
los colores y estaciones
como verano invierno
de contrastadas pasiones.

Te llevaría y cuidaría
que las espinas se aparten
cuando al verte caminar
si te saluda el rosal o
te refresca la fuente
la paz aflore a tu mente
o alguien te quiera dañar.

Te mentiría, te mentiría
si digo que no me importa
que por tí no rezaría
que ningún verso armonioso
de mi garganta saldría
o cuando tuvieses frío
mi abrigo te negaría
sol aparece de noche
luna encandila de día.

Me moriría de amor me moriría
moriría de dolor si no pudiera ayudarte
y no tenerte en mi mano cuando necesites darme
esto nunca pasaría
como si un día parece
el calor de tu mirada
ese día, ese día
moriría.

Conseguiría y te traería
los aljibes manantiales, costas, oro y estrellas
silos, campos y litoral
como a tus pies el sendero
también luz primaveral
la que en tu mirada brilla
y así yo te llevaría
hasta el río de la orilla.

Me moriría de amor me moriría
moriría de dolor si no pudiera ayudarte
y no tenerte en mi mano cuando necesites darme
esto nunca pasaría
como si un día parece
el calor de tu mirada
ese día, ese día
moriría.


JUAN QUINTERO 

domingo, 2 de junio de 2013

Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo.

Hay calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco, porque todos sabemos que, a veces, una hora puede parecernos una eternidad, y otra, en cambio, pasa en un instante; depende de lo que hagamos durante esa hora.

Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón.


~Momo~
Michael Ende
Lo llevo tatuado atrás del corazón...

jueves, 23 de mayo de 2013

Yo ya era así antes de que tú llegaras, caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas. Incluso antes de que llegaras, yo ya vivía enamorado de ti y a veces, no pocas, te extrañaba como si supiera que me hacías falta...


viernes, 10 de mayo de 2013

La cruzada de los niños

En Polonia, en el año treinta y nueve,
se libró una batalla muy sangrienta
que convirtió en ruinas y desiertos
las ciudades y aldeas.

Allí perdió la hermana al hermano
y la mujer al marido soldado.
Y, entre fuego y escombros, a sus padres
los hijos no encontraron.

No llegaba ya nada de Polonia.
Ni noticias ni cartas.
Pero una extraña historia, en los países
del Este circulaba.

La contaban en una gran ciudad,
y al contarlo nevaba.
Hablaba de unos niños que, en Polonia
partieron en cruzada.

Por los caminos, en rebaño hambriento,
los niños avanzaban.
Se les iban uniendo muchos otros
al cruzar las aldeas bombardeadas.

De batallas y negras pesadillas
querían escapar
para llegar, al fin,
a algún país en el que hubiera paz.

Había, entre ellos, un pequeño jefe
que los organizó.
Pero ignoraba cuál era el camino,
y ésta era su gran preocupación.

Una niña de once años era
para un niño de cuatro la mamá:
le daba todo lo que da una madre,
mas no tierra de paz.

Un pequeno judío iba en el grupo.
Eran de terciopelo sus solapas
y al pan más blanco estaba acostumbrado.
Y, sin embargo, todo lo aguantaba.
Más tarde se sumaron dos hermanos,
y ambos eran muy buenos estrategas
para ocupar las chozas que en el campo
los campesinos cuando llueve dejan.

También había un niño muy delgado
y pálido que siempre estaba aparte.
Tenía una gran culpa sobre sí:
la de venir de una embajada nazi.

Y un músico, además, que en una tienda
volada había encontrado un buen tambor.
Tocarlo les hubiera delatado,
y el niño músico se resignó.

Y hasta un perro llevaban que, al cogerle,
se disponían a sacrificar.
Pero ninguno se atrevía a hacerlo,
y ahora tenían una boca más.

También había una escuela
y en ella un maestrito elemental.
La pizarra era un tanque destrozado
donde aprendían la palabra «paz».

Y, al fin, hubo un concierto entre el estruendo
de un arroyo invernal.
Pudo tocar el niño su tambor
pero no le pudieron escuchar.

No faltó ni siquiera un gran amor:
quince años el galán, doce la amada.
En una vieja choza destruida,
la niña el pelo de su amor peinaba.

Pero el amor no pudo resistir
los fríos que vinieron:
¿cómo pueden crecer los arbolillos
bajo toda la nieve del invierno?

Hubo incluso una guerra
cuando con otro grupo se encontraron.
Pero viendo en seguida que era absurda,
la guerra terminaron.

Cuando era más reñida la contienda
que en tornó á una garita sostenían,
una de las dos partes
se quedó sin comida.

Al saberlo la otra, decidieron
un saco de patatas enviar
al enemigo, porque sin comer
nadie puede luchar.

A la luz de dos velas
un juicio celebraron.
Y, tras audiencia larga y complicada,
el juez fue condenado.

Hubo un entierro, en fin: el de aquel niño
que tenía en el cuello terciopelo.
Dos alemanes junto a dos polacos
enterraron su cuerpo.

No faltaban la fe ni la esperanza,
pero sí les faltaba carne y pan.
Quien les negó su amparo y fue robado
después, nada les puede reprochar.

Mas nadie acuse al pobre que a su mesa
no los hizo sentar.
Para cincuenta niños hace falta
mucha harina: no basta la bondad.

Si se presentan dos, o incluso tres,
es fácil que cualquiera los atienda.
Mas cuando llegan niños en tropel
las puertas se les cierran.

En una hacienda destruida, harina
hallaron en pequeña cantidad.
Una niña en mandil, de once años,
durante siete horas coció pan.

Amasaron la masa largamente,
la leña, bien cortada, ardía bien,
pero el pan no subió
porque ninguno lo sabía cocer.

Decidieron marchar,
buscando sol, al Sur. El Sur
es donde a mediodía todo
está lleno de luz.

A un soldado encontraron
herido en un pinar.
Siete días cuidándole, y pensaban:
«Él nos podrá orientar.»

Mas el soldado dijo: «¡A Bilgoray!»
Debía de tener
mucha fiebre: murió al día siguiente.
Le enterraron también.

Y los indicadores que encontraban
la nieve apenas los dejaba ver.
Pero ya no indicaban el camino,
todos estaban puestos al revés.

Aunque no se trataba de una broma:
sólo era una medida militar.
Buscaron y buscaron Bilgoray,
mas nunca la pudieron encontrar.

Se reunieron todos con el jefe,
confiados en él.
Miró el blanco horizonte y señaló:
«Por allí debe ser.»

Vieron fuego una noche:
decidieron seguir sin acercarse.
Pasaron tanques, otra vez, muy cerca,
pero iban hombres dentro de los tanques.

Al fin, un día, a una ciudad llegaron,
y dieron un rodeo.
Caminaron tan sólo por la noche
hasta que la perdieron.

Por lo que fue el sureste de Polonia,
bajo una gran tormenta, entre la nieve,
de los cincuenta niños
las noticias se pierden.

Con los ojos cerrados,
dentro de mí los veo cómo vagan
de una casa en ruinas
a otra bombardeada.

Por encima de ellos, entre nubes,
caravanas inmensas
penosamente avanzan contra el viento,
y, sin patria ni meta,

van buscando un país donde haya paz,
sin incendios ni truenos,
tan diferente a aquel de donde vienen.
Y, unidas, forman un cortejo inmenso.

Y, al caer el ocaso, ya sus caras
no parecen iguales.
Ahora veo caras de otros niños:
españoles, franceses, orientales...

Y en aquel mes de enero,
en Polonia encontraron
un pobre perro flaco
que llevaba un cartel de cartón al cuello atado.

Decía: «Socorrednos.
Perdimos el camino.
Este perro os traerá.
Somos cincuenta y cinco.

Si no podéis venir,
dejadle continuar.
No le matéis. Sólo el
conoce este lugar.»

Era letra de niño
y campesinos quienes la leyeron.
Ha pasado año y medio desde entonces.
Desde que hallaron, muerto de hambre, un perro.




 Bertolt Brecht 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Te amo :)

Te amo 
Te amo de una manera inexplicable. 
De una forma inconfesable. 
De un modo contradictorio. 
Te amo 
Con mis estados de ánimo que son muchos, 
y cambian de humor continuamente. 
Por lo que ya sabes, 
El tiempo. 
La vida. 
La muerte. 

Te amo 
con el mundo que no entiendo. 
Con la gente que no comprende. 
Con la ambivalencia de mi alma. 
Con la incoherencia de mis actos, 
Con la fatalidad del destino. 
Con la conspiración del deseo. 
Con la ambigüedad de los hechos. 
Aún cuando te digo que no te amo, te amo. 
Hasta cuando te engaño, no te engaño. 
En el fondo, llevo a cabo un plan, 
para amarte... mejor. 
Pues, aunque no lo creas, mi piel 
extraña enormemente 
la ausencia de tu piel. 

Te amo. 
Sin reflexionar, inconscientemente, 
irresponsablemente, 
espontáneamente, 
involuntariamente, 
por instinto, 
por impulso, 
irracionalmente. 
En efecto no tengo argumentos lógicos, 
ni siquiera improvisados 
para fundamentar este amor que siento por ti, 
que surgió misteriosamente de la nada, 
que no ha resuelto mágicamente nada, 
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada 
ha mejorado lo peor de mi. 

Te amo. 
Te amo con un cuerpo que no piensa, 
con un corazón que no razona, 
con una cabeza que no coordina. 
Te amo 
incomprensiblemente. 
Sin preguntarme, por qué te amo. 
Sin importarme por qué te amo. 
Sin cuestionarme por qué te amo. 
Te amo 
sencillamente porque te amo. 
Yo mismo no se por qué te amo. 


GIAN FRANCO PAGLIARO 
Y no dejes de volar, la libertad esta en tus alas y el horizonte es infinito. 

                  Siempre abrazado a vos.


sábado, 27 de abril de 2013

Poesia vertical I

Algún día encontraré una palabra
que penetre en tu vientre y lo fecunde, 
que se pare en tu seno
como una mano abierta y cerrada al mismo tiempo. 

Hallaré una palabra
que detenga tu cuerpo y lo dé vuelta, 
que contenga tu cuerpo
y abra tus ojos como un dios sin nubes
y te use tu saliva
y te doble las piernas. 
Tú tal vez no la escuches
o tal vez no la comprendas. 
No será necesario. 
Irá por tu interior como una rueda
recorriéndote al fin de punta a punta, 
mujer mía y no mía, 
y no se detendrá ni cuando mueras. 


Roberto Juarroz

lunes, 22 de abril de 2013

Canción crédula de los ojos

Hoy te miro lentamente
como un camino al andar.
Te miro y pienso: mañana
caerá la noche en el mar.

Lentamente, poco a poco,
como se empaña el cristal,
te miro y pienso en las cosas
que no se acaban jamás
porque Dios las ha mirado
y no las puede olvidar.

Fundiendo sueño y penumbra
mezclando el agua y el pan,
hoy somos fruto en semilla,
que se desprende al azar
de la mano que hace el siempre,
y el mañana, y el quizá.

Una noche cerraremos
nuestros ojos. Lo demás
es del viento y de la espuma.
Pero el amor vivirá.
Como el hombre que camina
y que el rostro vuelve atrás,
al filo de una montaña
contemplando su honda paz,
mi corazón en el tiempo
sabe que va más allá,
contigo, solo y contigo,
tras de la cumbre al mirar.

A través de ti te veo
como un camino que está
siempre en los pies empezando,
hecho por los pies detrás,
con costumbre y lejanía
que es en los ojos piedad.

Limpia en los párpados tienes
la luz de los ojos, cual
si el corazón desde dentro
se alzara en pie, y al marchar,
como el báculo a la mano,
diera apoyo a tu humildad,
y a tu cansancio hermosura
como el sol al descansar.

Y eres así, lentamente,
como un paisaje al quedar
su historia en los ojos, suave,
desvivida, rota ya
del corazón, pero siempre
con propia luz virginal
dando al recuerdo la forma
perpetuamente fugaz
del destino, y al instante
luz de suprema verdad.

Mientras los valles se cubren
de dudosa claridad,
hoy te contemplo, y mis ojos
trémulos de tiempo están,
dorados en tu belleza,
dulces en tu oscuridad
como en la sombra de un templo
sagradamente mortal.

Tú eres mi luz tenebrosa.
Tú que la mano me das
hacia el origen viviente
de mi misma soledad.
Tú y tu recuerdo. Te miro
lejos ya del manantial,
y bajo el puente la oscura
corriente se ve temblar.

Leopoldo Panero
Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse,
                   
como a una ventana llena de sol...


lunes, 15 de abril de 2013

Chorreándose en el cuerpo de mi hombre,
mi amor toca tambor y flauta
en las montañas de mi tierra,
dispara con ametralladora
su descarga de besos.
Es un amor de guerra 
con «adiós» y «nos vemos»
un amor con señales de humo
-a lo lejos-
un amor para llevarse en mochilas
para andar clandestino
por ciudades y valles.
Es un amor para cantar victoria,
para llorar heridos
y aprender de derrotas.
Mi amor es bien contento
aunque -a veces- me haga brotar el llanto
es grande como la esperanza
y el valor de mi pueblo;
tiene olores de finca
huele a tierra mojada y campo.
Mi amor es fiero,
ardiente como la libertad,
no conoce de tiempo,
anda dentro de mí
desbocado y rebelde.
Me ha llenado de luz
y lo llevo cargado como un fusil al hombro
lloro y río por él
por este amor hermoso,
claro, como tus ojos.


- Gioconda Belli

lunes, 8 de abril de 2013


Es tan fácil perderse en las calles del miedo, no me sueltes la mano mi amor ♥

viernes, 5 de abril de 2013

La Canción de Nosotros ♥


“(…) -No entiendo por qué volviste.
Y retira la mano. La mano de Mariano queda sola sobre la mesa, con la palma vuelta hacia arriba. Tiene la línea de la vida larga pero muy tajeada.
-No entiendo. Me habías dicho: “No nos vamos a ver más. Somos libres”. Yo me quedé muda mirándote la espalda y te perdiste en la esquina de la estación. ¿Qué esperabas? ¿Que te corriera atrás? ¿Que te llamara a gritos? ¿Para qué quería yo esa libertad que me regalabas? ¿Para qué la quería?
(Mariano escuchaba los ecos de sus propios pasos y llevaba la cabeza vacía por dolorosa victoria de la voluntad, pero al llegar a la estación del ferrocarril se le metió por los oídos el estrépito de la máquina aproximándose, y entonces supo que desde ahora le harían falta los navegantes misteriosos que tan a menudo se perdían, por puro gusto, en los desfiladeros de niebla de la memoria o la imaginación de esta muchacha. Trepó por los peldaños de fierro y supo que ella sería, desde ahora, una nuca entrevista en la muchedumbre o un perfil que se escapa, una voz adivinada entre otras voces. Que él se daría vuelta bruscamente y echaría a correr y tomaría a una mujer por el brazo: que se equivocaría siempre. Entró al vagón de pasajeros y se sentó en uno de los viejos asientos de paja de la época de los ingleses y supo que ella persistiría: escuchó el traqueteo de las ruedas sobre los rieles y supo que ella persistiría, persistirá: en verano, en los túneles de hojas, convertida en un sanantonio que te camina por el brazo, o en las noches de julio, llenando una silla vacía en la complicidad humosa de los cafés. Llegó a destino y se bajó, mareado, y seguía sabiendo que ella continuaría oliendo a sí misma en su memoria, deambulando desnuda por la región nochera de sus sueños: que ella sería, que será, una cicatriz que a veces hace cosquillas y a veces late y a veces arde y a veces duele. Y sintió la necesidad de volver y por lo menos decir: “Nunca nada”. Por lo menos decir: “Como esto, nunca nada”. Y no volvió.)
- Clara.
- Sí.
(…)”
Eduardo Galeano

sábado, 23 de marzo de 2013

Maravilla

Vamos mengana a usar la maravilla
esa vislumbre que no tiene dueño
afila tu delirio / arma tu sueño
en tanto yo te espero en la otra orilla
si somos lo mejor de los peores
gastemos nuestro poco albedrio
recupera tu cuerpo / hacelo mío
que yo lo aceptare de mil amores
y ya que estamos todos en capilla
y dondequiera el mundo se equivoca
aprendamos la vida boca a boca

y usemos de una vez la maravilla.



Mario Benedetti

jueves, 14 de marzo de 2013

No me arrepiento de nada

No me arrepiento de nada 















Desde la mujer que soy, 
a veces me da por contemplar 
aquellas que pude haber sido; 
las mujeres primorosas, 
hacendosas, buenas esposas, 
dechado de virtudes, 
que deseara mi madre. 
No sé por qué 
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.

Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.

En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.

No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.

Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.



Gioconda Belli